La donación de órganos

La donación es un gesto altruista que permite que otras personas puedan seguir viviendo o mejoren su calidad de vida mediante un trasplante.

Puede ser donante de órganos toda persona que en vida decida que, a su muerte, sus órganos sirvan para salvar o mejorar la vida de otros, siempre que el fallecimiento acontezca en la UCI de un hospital, para que sea posible la preservación de los órganos.

Se pueden donar los riñones, el hígado, el corazón, el páncreas y los pulmones. Además, de una donación también se pueden obtener tejidos, igualmente muy necesarios, como hueso, las córneas o las válvulas cardíacas.

Según la Ley de Trasplantes, en España todos somos considerados donantes si en vida no hemos expresado lo contrario. Sin embargo, esa expresión puede haber sido formulada de diferentes modos, lo que conduce a preguntar a familiares o allegados sobre la voluntad del fallecido para que presten el consentimiento familiar.

Aunque lo primordial es que los familiares conozcan la voluntad del fallecido, existe la tarjeta de donante que sirve como compromiso adicional de una  decidida voluntad de donación. Además, en Andalucía se puede dejar constancia del deseo de ser donante en el Registro de Voluntades Anticipadas.

La realidad es que las listas de espera para recibir órganos y tejidos seguirán creciendo si no se logra aumentar el número de donaciones. La única forma de resolver este problema es ser donante de órganos y animar a otros nuestros conocidos a que también lo sean: cuantos más donantes existan, mayor será el número de vidas que podrán salvarse.

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